viernes, 10 de agosto de 2012

SAVAGES-SALVAJES

 Es una película sobre la frontera que se borra, entre el yo y el otro, más que sobre el narcotráfico. En un juego especular, unos ven a los otros como salvajes (quienes actúan fuera de todo orden y ley, según mi punto de vista), mientras que al final terminan todos implicados en el mismo juego. Gana el policía corrupto que al principio parecía un imbécil--su virtud es hacerse el imbécil--, gana el traidor mexicano, quien entrega a la jefa y se pasa de bando cuando se le calienta la cosa por acá, y ganan los gringuitos "inocentes" quienes se creen limpios y se embarran en mierda durante toda la película, para limpíarsela en las aguas prístinas del "paraíso perdido", lugar salvaje al que pueden escapar (que también está implicado; por esos lugares se lava dinero, por ejemplo). En ese juego de espejos no me reconozco en el otro, aunque yo sea tú y tú seas yo. No hay diferencia.