Inspirado en una película cuyo título no recuerdo; y en Lloréns.
(Es que no tengo tiempo de escribir más largo).
Contra ese árbol se rasca la vaca.
Palo en mano, Rosa, sacude polvo
de la alfombra y una gota le baja
por el cuello, sin mencionar el coño.
La abuela mece en el sillón de paja
el cansancio de su domingo sordo.
Otra gota golpea fuerte la tapa
de una lata a intérvalos redondos.
Lejos, muy lejos, otra gente suda
por el cuello, por el coño, por los pies
las tetillas, las pelotas, el revés
de esas partes, y de otras, sin duda
ni pesares, ni tropiezos, sin saber
que es domingo, o no lo es, o si lo fue.
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