Niño
Mi niño
tiene manos de hombre:
seguras, fuertes,
grandes, gentiles.
Consuelan con ternura
y parlotean.
El niño
frunce el ceño, como un hombre,
si le nace la idea.
Este niño que
se ríe como un hombre,
cuando embroma
con sus juegos de palabras;
instrumento nuevo
que domina viejo.
Sin embargo,
mi niño,
también tiene un corazón
de hombre
sin miedo;
de niño.
Sabe que puede volar
y se lanza
sin esperar la caída
que destroza
al niño;
al hombre.
Pd: Tres tornillos en el codo más tarde, uno en el radio, espero que el hombre no se asuste de volar, que aprenda el niño a preparar la caída.
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